lunes, 16 de junio de 2008

Un olvido...



Todos los sentimientos, sensaciones, situaciones, pueden ser bailados.
Resulta que hace unos días lo olvidé…
Olvidé que mi cuerpo no resiste mucha presión sin gritar… él se acostumbró a que le preste atención, a veces más a veces menos, pero lo escucho…
Hace unos días lo olvidé… y el gritó, se quejó, dolió, se encadenó, y no lo escuché, entonces hizo lo que sabe, se desconectó, se dividió, dejó por un lado mis pensamientos arremolinados y mi irrealidad cerebral, y vació lo demás, mis miembros, mi torso, mi sexo…
Me di cuenta cuando me caí… una caída tonta, sin sentido, un minuto, un pié enroscado en una colcha y… una caída que parecía en cámara lenta pero en la que mi cuerpo me dejó sola, no pude reaccionar, no pude frenar con mis manos y … mis pensamientos me mostraron lo que iba a pasar y… el golpe, duro, doloroso…
De pronto me di cuenta de todo, me había perdido… mi mentón estaba sobre una mesa de vidrio y mi cuerpo colgaba y… el dolor, sentir que mi mandíbula y mi cuello estaban dañados…
Inmediatamente volví a mi, recuperé mi cuerpo, sentí mi cuerpo y entendí el mensaje… me había olvidado de él… de mí.
Por suerte no fue grave, un poco complicado solamente, manos expertas colocaron las cosas en su justo lugar, y mi cuerpo se quejó un poco más pero cada vez más silenciosamente…
Pero lo demás?
Eso lo voy acomodando lentamente, camino nuevamente paso a paso, sintiendo mi cuerpo como una unidad y tratando de entender ( a veces con un poco de angustia) que fue lo que me llevó a esta situación. Entendiendo que nadie está libre de sobrepasase de exigencias, que a veces hay que parar para poder volver a emprender el camino con más aplomo. No por saber del cuerpo, por enseñar el cuerpo, por entender como funciona estoy liberada del gran problema que todos tenemos… la autoexigencia, la presión…
Pero como dice mi madre “no hay mal que por bien no venga” y acá estamos, entera, erguida, media magullada pero despierta, con mis sentidos alertas y mi cerebro mas calmado…
Hace unos días lo olvidé… el gritó…y yo entendí… y volví, a el, a mi…












11 comentarios:

CarmenS dijo...

Tú sabes como recomponer el cuerpo, esa ventaja llevas.
¿eres tú la de alguna foto?

Miriam dijo...

No Cecilia, la única foto mia está en la entrada de "baila como si nadie te estuviera viendo" y soy la rubia. Ya pondré más fotos mías, lo que ocurre que cuando bailaba en el escenario no había fotos digitales, entonces tengo que buscar y escanear fotos comunes. Y la verdad me dá un poco de verguenza poner fotos mias.
Si lo compondré pero de a poco, porque las heridas internas son más difíciles que las externas...
Fué un golpe a la autoestima, que le vamos a hacer, todos somos vulnerables... y no hay que olvidarlo.
Gracias por tu visita y prometo poner más fotos mias.
Besos

Marcelo dijo...

Debe ser que el cuerpo tiene razones que la razón no conoce. A mí también me ocurre de no prestarle atención pero...cómo hacerlo con estos tiempos frenéticos que nos toca vivir? Espero poder cambiar eso
Un beso

Anónimo dijo...

Volver al cuerpo...sentirlo...paso a paso...sin presiones...gran enseñanza que quiero se haga carne en mi...
Gracias por tus palabras siempre me reconfortan el alma, me estimulan, me dan fuerzas para seguir...
Sol

Miriam dijo...

Marcelo, es verdad el cuerpo tiene razones que la razon no conoce, ese es el secreto... yo también intento cambiarlo todos los dias. Ya podremos...

Marisol, lo sabemos pero a veces se nos hace imposible ponerlo en práctica. Enseñarlo es una cosa, vivirlo otra muy distinta.
Estamos en el camino correcto, paso a paso todo llegará...
Besos Hermanita

Sadodita dijo...

wow..que hermoso..pensamiento...me encantan tus pensamientos ...son muy profundos...yo hacia pero creo que esa epoca termino ..jeje..muchas gracias por el mensaje...si es un libro muy bueno ...mas que nada apesar de aparentar ser una historia para niños ...tiene unos mensajes muy ciertos , sobre el tiempo y el ritmo actual de vida del ser humano y como momo ayuda en este ..completamente te lo recomiendo..
sale ..nos vemos
cuidate mucho
besos..
saludos a tu nena..
bye...
CaSiOpEa3

Miriam dijo...

Gracias Casiopea3. Siempre es grato recibirte en mi espacio. Nunca olvides que los libros para niños nunca son menores, siempre hay mensajes importantes que no todos ven.
Besos

Laura dijo...

Desde luego, a veces el cuerpo tiene que dolernos para darle el respiro que necesita. El tuyo seguro es muy flexible y vuelve pronto a su ser...

Miriam dijo...

Es verdad Laura, el mío es mas flexible, lo que a veces se pone inflexible es "el músculo" que maneja el cuerpo (que la mayoría no registra como tal...) y que llevamos sostenida sobre nuestro esqueleto...
La cabeza nos maneja, a ella hay que darle respiro para que luego todo lo demás pueda respirar...
De eso hablo en "Un olvido..."
Siempre es un gusto recibirte en mi espacio.
Besos

Anónimo dijo...

Excelente reflexión. Siempre les digo a mis hijos..."Cuida tu cuerpo, es el único que tenes y tiene que durarte toda la vida"

Un beso Miriam, me gusta tu blog.

Miriam dijo...

Gracias Marichu! No olvides que los hijos no solo se llevan por lo que les dices, también es importante que vean lo que les dices reflejado en tu accionar.
Si cuidas tu cuerpo (desde lo sano, no solo desde lo estético) ellos lo harán.
Tambien me gusta tu blog.
Gracias por tu visita.
Besos