miércoles, 2 de diciembre de 2009

Las palabras y el cuerpo


Voy a traerles algo muy interesante de un libro que ya les cité varias veces.
Es que indefectiblemente vuelvo a él, vuelvo a esa autora, que sabe contar lo que a muchos de nosotros,(los que trabajamos con el cuerpo), nos pasa en nuestras clases.
Y me pareció particularmente interesante ya que une la palabra, esa con la que ustedes están tan familiarizados cuando escriben en sus espacios, y el cuerpo donde yo me siento más cómoda seguramente.
Habla sobre lo que pasa en sus clases entre este binomio palabra-cuerpo.

" ... las palabras, a veces están cargadas... Como el aliento de esas personas que desde hacía largo tiempo no respiraban, o apenas, y que de repente, respiran a pleno pulmón.
Con las palabras, con frecuencia se escapa de su boca un hálito cargado como una bomba. Es una buena señal, es una señal de que se están comunicando con el afuera, es decir vuelven común el aire que los rodea. Adentro y afuera, afuera y adentro, el ir y venir de su aliento los libera y , más aun, los reincorpora a la vida. A medida que respiran, el aire de la habitación se llena de todo lo que conservaban encerrado detrás de sus dientes apretados, en la caja de sus costillas, que merece por ello el nombre de "caja torácica". Una última vez respiramos juntos, ellos y yo, respiramos las cóleras ahogadas, las rabias, los rencores fermentados, los miedos. Todo ello parece subir desde las profundidades de un abismo. No s posible imaginar todo lo que puede conservar encerrado un pecho humano.
En cuanto a las palabras, se escapan a veces de repente, son imprevisibles. Se diría que se escapan de los músculos estirados, brotan del cuerpo en tensión, como el líquido de un trapo que se retuerce. Sorprende al que las tenía en la boca y las ha dejado escapar. En boca de un adulto son palabras de un niño poco amado, desdichado. Las palabras salen por la boca, pero se siente que vienen del vientre, de la garganta, del sexo.
¿Quien puede decir dónde se forman las palabras en el cuerpo?
Es fácil decir que se forman en el cerebro. No todas...
Algunas palabras se forman en bolsillos secretos del cuerpo. Cuando saltan hacia afuera se siente que vienen de lo más profundo del cuerpo.
Una vez que están en el aire libre, no pueden, como el aliento, mezclarse con él y diluirse. No se las puede dejar arremolinarse en la habitación, no se las puede dejar caer.
Estas palabras son a veces corrosivas como un chorro de ácido. No obstante, necesitan un oído para recogerlas.
Los oídos de los terapeutas con los más indicados. No me están destinadas, están dirigidas a otro, a alguien del pasado, por ejemplo, que jamás podrá oírlas.

Las estaciones del cuerpo. Thérèse Bertherat. Ed. Paidós.

Esta mujer es terapeuta corporal. Muchas veces sus seciones son individuales y ella acciona con sus manos sobre sus pacientes-alumnos.
En mi caso los que llegan a tomar mis clases buscan en principio algo más artístico que terapéutico. Digo en principio porque lentamente y sin darse cuenta, se van adentrando en lo más profundo de su cuerpo. Comienzan a conocerlo desde el placer del movimiento, pero se van encontrando con trabas y limitaciones que no siempre están dispuestos a aceptar.
Y allí comienza el otro trabajo, el de mirarse hacia adentro, entender "qué me pasa", buscar "por qué me pasa", Empezar a entender que hay cosas que quise dejar "sepultadas" en el rincón mas profundo de mi cerebro, pero que mi cuerpo recuerda y denuncia.
Y en el momento menos esperado, un sonido, una palabra, una frase, se escapa de sus bocas. A veces con una voz que no sienten como propia.
Muchas de estas cosas ocurren en mis clases, y principalmente en los últimos talleres en los que incluimos el sonido del cuerpo, sea voz o el cuerpo golpeando sobre él mismo, o el cuerpo pisando fuerte sobre el piso, etc.
Se mueven muchas cosas en el interior. Y la expresión muchas veces no solo es corporal, el sonido puja por salir, y se expresa... a veces en forma de susurro, a veces como un grito.
La palabra y el cuerpo, parecen tan lejanos, pero conviven indisolubles...
A veces es primero la palabra, otras primero el cuerpo.
Que palabras guardas en los bolsillos de tu cuerpo?? te lo preguntaste alguna vez??
Siempre hay tiempo, nunca es tarde... mientras hay aliento hay vida, mientras hay vida hay cuerpo, mientras hay cuerpo hay palabra... ayúdala a salir para que no queden guardadas en algún bolsillo oculto de tu cuerpo...



17 comentarios:

Hada Isol ♥ dijo...

Pues que hermosa conexión la de la palabra y el cuerpo,no sé cuantas palabras guardé en los bolsillos de mi cuerpo,pero si se que desde que empecé a dejarlas salir me siento libre y liviana,este post me llega como todos los que escribes,y me hace dar a mi cuerpo un lugar que nunca le doy,te lo agradezco cuando salgo de tu blog me llevo una sonrisa y un algo que no te sé explicar pero que es lindo! además de mucha paz y armonía!
Un abrazo querida Miriam!

añil dijo...

Que bonito trabajo el tuyo.

Creo que es mejor ir dejando salir las palabras en su momento, cuando surgen, no cargar en exceso cuerpo con palabras no dichas que pesan demasiado.

Un beso

celebrador dijo...

Mi chica y yo somos forofos del baile, emos practicado el standard de salón (europeo), la salsa, y el tango bailado no solo standard sino también como se dice por aquí "a la argentina". En cuanto podamos volveremos a esas clases, pero algo muy notorio cuando bailas en pareja es la facilidad con la que afloran los desencuentros; ¡conocemos gentes que lo han dejado por eso!

Isabel dijo...

Sí, ... y esas palabras que sin control aparente se escapan de la boca del que con nadie conversa , del que está solo, por eso habla solo en su locura o en su mutismo.
Hay palabras que no sabemos de donde salen y esas son las que deberían ser escuchadas.
Muy interesante lo que hoy nos escribes, mucho para reflexionar.
Un abrazo querida Miriam

Miguel dijo...

Me encantaría assistir a tus clases. Deben ser fantásticas. La palabra, el cuerpo. Dónde brota la palabra. Dónde habla el cuerpo. La expresión es una facultad del ser humano que no todas las personas saben utilizar. A mi me gustaría saber expresarme. Con tus escritos aprendo un poco cada vez. Gracias.

Un abrazo.

maracuyá dijo...

Miriam...excelente el texto que seleccionaste y las palabras que agregaste, fluyendo con tanta armonía como nos tenés acostumbrados y haciéndonos reflexionar.

Soltar las palabras que nacen en cada rincón del cuerpo y del alma, es lo más sano que nos puede pasar...si ellas se quedan prisioneras en el bolsillo del cuerpo les empiezan a crecer aristas punzantes, lastiman...y en algún momento se escapan en un grito hiriente.

Gracias bonita...un abrazo

Laura dijo...

Cuanto más leo tus escritos, más convencida estoy de lo mucho que ignoro al cuerpo y sus posibilidades. Gracias a ti, me doy cuenta y me ayuda a coordinar más mi mente y mi cuerpo.

Un saludo

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Un taller de los tuyos necesito Miriam. Ultimamente ando extresada y muy metida para adentro, así que me vendría de perlas esas terapias.
Voy a intentar seguir tus consejos y curarme un poquito, aunque hasta que no pase Navidad no voy a tener un respiro, pero lo vvoy a intentar.

Besicos muchos guapa, y muchas gracias por estas cosas quenos enseñas.

Miriam dijo...

Veo que a todos les ha llegado este tema de la palabra y el cuerpo...
Muchos dicen querer pensar y reflexionar. Me encantaría que pudieran hacerlo! es bueno y es sano se los aseguro.
Cuando quisiera yo estar cerca de ustedes para poder compartir las experiencias en clase, tenerlos en ellas sería maravilloso!!
Pero con muchos es casi imposible... por eso trato de alguna manera de ofrecerles estos escritos para que, de alguna manera por lo menos, los pueda hacer pensar, reflexionar, registrar, lo que muchas veces no hacemos en nuestras vidas.

Besos a todos!!!

Lola Padilla dijo...

Tan cierto eso que dices, la palabras existen para decirles. A veces las que se quedan prisioneras de nuestros miedos y frustraciones,son como el preso que poco a poco va rascando la pared y al final escapa por el túnel, túnel por el que también nos damos cuenta que se nos ha escapado el tiempo, a veces la salud y otras veces ... la vida misma.

Mi querida Miriam, de todas las veces que callé la única vez que me arrepentí de hacerlo fue cuando grité todas a la vez, a destiempo y no dijeron más que el propio caos de tenerlas retenidas.

Un beso amiga mía.

Lola.

América dijo...

Preciosas imagenes Mirian.
Excelente texto,seleccionado para hacernos pensar,somos un todo desde lo que decimos hasta nuestro lenjuage corporal.

Tienes un instinto muy especial para llevarnos hasta donde quieres y eso es un arte.Es lo que decimos y como lo decimos.

Un abrazo.

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Estimada Miriam, el lenguaje del cuerpo en sì ya es una maravilla y asociado a la palabra se engrandece es por eso que la actividad que realizas es terapeútica, es sanadora, he tenido la oportunidad de participar en talleres de Biodanza y Danzas circulares y la verdad que se mueve una cantidad de energía que lo ha hecho una experiencia inolvidable.

Cariños

Juan Duque Oliva dijo...

Algunas veces no se encuentran, se enfadan y no quieren comulgar.

QUe mal se pasa cuando eso sucede.

Preciosa entrada.

BEsos

Hada Isol ♥ dijo...

Un abrazo Miriam,he vuelto a leerlo y asentirlo,es cierto siempre existe la oportunidad de dearlas salir,de fluir por la vida,y es tan lindo poder hacerlo,aunque no siempre se logra,como quisiera estar cerca te aseguro de que pasaría por la exquisita experiencia de tomar clases con vos,conectarme con mi cuerpo,darle movimiento me haría muy bien! un abrazo!

Blog de alma dijo...

En definitiva es la expresión del ser en vibrando en toda su dimensión, fuionando lo que se ve con lo que no

misticaluz dijo...

Buenas recomendaciones. Dejar que todo fluya de manera natura.

Siempre un placer pasar a leerte y llevarme sensaciones de paz.

Recibe un relajante y cálido abrazo

Beatrz

Isabel dijo...

Buenos días Miriam
Gracias por tu comentario en mi blog . Yo te deseo lo mejor para ti y tu familia
Un abrazo fuerte fuerte