
Voy a traerles algo muy interesante de un libro que ya les cité varias veces.
Es que indefectiblemente vuelvo a él, vuelvo a esa autora, que sabe contar lo que a muchos de nosotros,(los que trabajamos con el cuerpo), nos pasa en nuestras clases.
Y me pareció particularmente interesante ya que une la palabra, esa con la que ustedes están tan familiarizados cuando escriben en sus espacios, y el cuerpo donde yo me siento más cómoda seguramente.
Habla sobre lo que pasa en sus clases entre este binomio palabra-cuerpo.
" ... las palabras, a veces están cargadas... Como el aliento de esas personas que desde hacía largo tiempo no respiraban, o apenas, y que de repente, respiran a pleno pulmón.
Con las palabras, con frecuencia se escapa de su boca un hálito cargado como una bomba. Es una buena señal, es una señal de que se están comunicando con el afuera, es decir vuelven común el aire que los rodea. Adentro y afuera, afuera y adentro, el ir y venir de su aliento los libera y , más aun, los reincorpora a la vida. A medida que respiran, el aire de la habitación se llena de todo lo que conservaban encerrado detrás de sus dientes apretados, en la caja de sus costillas, que merece por ello el nombre de "caja torácica". Una última vez respiramos juntos, ellos y yo, respiramos las cóleras ahogadas, las rabias, los rencores fermentados, los miedos. Todo ello parece subir desde las profundidades de un abismo. No s posible imaginar todo lo que puede conservar encerrado un pecho humano.
En cuanto a las palabras, se escapan a veces de repente, son imprevisibles. Se diría que se escapan de los músculos estirados, brotan del cuerpo en tensión, como el líquido de un trapo que se retuerce. Sorprende al que las tenía en la boca y las ha dejado escapar. En boca de un adulto son palabras de un niño poco amado, desdichado. Las palabras salen por la boca, pero se siente que vienen del vientre, de la garganta, del sexo.
¿Quien puede decir dónde se forman las palabras en el cuerpo?
Es fácil decir que se forman en el cerebro. No todas...
Algunas palabras se forman en bolsillos secretos del cuerpo. Cuando saltan hacia afuera se siente que vienen de lo más profundo del cuerpo.
Una vez que están en el aire libre, no pueden, como el aliento, mezclarse con él y diluirse. No se las puede dejar arremolinarse en la habitación, no se las puede dejar caer.
Estas palabras son a veces corrosivas como un chorro de ácido. No obstante, necesitan un oído para recogerlas.
Los oídos de los terapeutas con los más indicados. No me están destinadas, están dirigidas a otro, a alguien del pasado, por ejemplo, que jamás podrá oírlas.
Las estaciones del cuerpo. Thérèse Bertherat. Ed. Paidós.
Esta mujer es terapeuta corporal. Muchas veces sus seciones son individuales y ella acciona con sus manos sobre sus pacientes-alumnos.
En mi caso los que llegan a tomar mis clases buscan en principio algo más artístico que terapéutico. Digo en principio porque lentamente y sin darse cuenta, se van adentrando en lo más profundo de su cuerpo. Comienzan a conocerlo desde el placer del movimiento, pero se van encontrando con trabas y limitaciones que no siempre están dispuestos a aceptar.
Y allí comienza el otro trabajo, el de mirarse hacia adentro, entender "qué me pasa", buscar "por qué me pasa", Empezar a entender que hay cosas que quise dejar "sepultadas" en el rincón mas profundo de mi cerebro, pero que mi cuerpo recuerda y denuncia.
Y en el momento menos esperado, un sonido, una palabra, una frase, se escapa de sus bocas. A veces con una voz que no sienten como propia.
Muchas de estas cosas ocurren en mis clases, y principalmente en los últimos talleres en los que incluimos el sonido del cuerpo, sea voz o el cuerpo golpeando sobre él mismo, o el cuerpo pisando fuerte sobre el piso, etc.
Se mueven muchas cosas en el interior. Y la expresión muchas veces no solo es corporal, el sonido puja por salir, y se expresa... a veces en forma de susurro, a veces como un grito.
La palabra y el cuerpo, parecen tan lejanos, pero conviven indisolubles...
A veces es primero la palabra, otras primero el cuerpo.
Que palabras guardas en los bolsillos de tu cuerpo?? te lo preguntaste alguna vez??
Siempre hay tiempo, nunca es tarde... mientras hay aliento hay vida, mientras hay vida hay cuerpo, mientras hay cuerpo hay palabra... ayúdala a salir para que no queden guardadas en algún bolsillo oculto de tu cuerpo...
