sábado, 19 de junio de 2010

El invierno y su siembra...



Nuestros antepasados, allá muy lejos, tenían la sabiduría y la certeza de creer y honrar con ceremonias cada estación del año que llegara.
Sabían que la naturaleza es parte de cada uno de nosotros y que a su vez ,entonces nosotros, somos parte de la naturaleza.
Por consiguiente no necesitaban que les enseñen que dentro nuestro está cada uno de sus elementos, agua, aire, tierra, fuego; y que las estaciones con sus ciclos modifica nuestro interior, nuestros órganos, nuestro espíritu, en cada uno de sus cambios.
En estos tiempos muchas de esas cosas fueron olvidadas... necesitamos que nos vuelvan a enseñar a ser...
Hoy como ellos, con una hermosa mujer llamada Elda, que como si fuera jefa de una tribu comandó la siembra, honramos la llegada del invierno.



Sentados en círculo, nos contó su sabiduría (esa que ella amasó con su vida y en el aprendizaje con los chamanes) despojándonos con ella de prejuicios, y nos enseñó a sembrar intenciones.
Nos sentamos así porque ello significa que todos los que están en el círculo son iguales, no hay diferencia de género ni de casta.
Con una vela simbolizando el fuego del sol, y el humo de quemar incienso puro como purificador, ayudada por su tambor y su voz cantando como lo hacían en el pasado, nos llevó paso a paso a vaciarnos para poder recibir una nueva siembra.
Para eso es la estación del invierno, para sembrar. Para que en la primavera explote y floresca nuestra siembra.
El invierno tiene que ver con la pasividad, la suavidad, lo femenino, la energía Yin.
En el tenemos la oportunidad única en el año de renacer a una vida nueva, a la que deseamos, soltando lo que ya no queremos.
Nos hace recordar que somos vida eterna impecable y constante.
A partir de aquí podemos generar todos los proyectos de este año. Como?
Sembrando la intención. En cada uno de nosotros, en la tierra fértil de nuestro ser interno.
El único enemigo que tenemos para que esto no ocurra es "el miedo". Este por naturaleza no es malo, es el que nos protege. El que no hace daño es el otro miedo, el que inventa la cabeza y el ego para mantener y sostener el conflicto dentro nuestro y paralizarnos.
Para que el miedo ocupe el lugar que corresponde debemos unirlo a la pareja con la que esta unido primariamente... el amor.
La pareja miedo-amor nos guia, nos conduce y nos ayudan a vivir.
Lo que debemos hacer es UNIFICARNOS, y de esa manera perder la dualidad.

Este es el final y el principio de un camino que estoy recorriendo hace un tiempo...
En este camino se gesto Unisentio, mi lugar en el mundo...
Hoy sembré, en ese lugar, mis intenciones para este nuevo año, para la próxima década y para 7 generaciones.
Lo hice en mi interior, en mi ser mas verdadero, además de hacerlo con mis manos, sembrando en un maceta con tierra semillas de flores que podré mostrarles en la primavera.
Con el mismo amor que coloqué mis semillas en la tierra, coloqué mis intenciones en mi.
Y al final, luego de tres horas de intenso trabajo, danzamos al son de los tambores la danza propia de cada uno, con alegría en el corazón y algunas lágrimas de emoción en los rostros.
Los invito a todos los que quieran a realizar su siembra. Con amorosidad y compromiso hacia ustedes mismos.

Con la felicidad de sentirme unificada y con la esperanza renovada les deseo "BUENA SIEMBRA" a los que estén celebrando el invierno y buena cosecha para los otros del otro lado del mar que están celebrando el verano.

Un abrazo fuerte desde mi corazón!